Una mañana te levantas, sales al jardín y ves que a tu limonero, naranjo, mandarino o a esa lima que tanto te gusta, le han salido unos bultos un tanto extraños en las hojas, además de unas arrugas que nada tienen que ver con la edad.
Se trata de la Psila Africana. Un insecto chupador de origen subsahariano que ha llegado para quedarse, como otras tantas plagas, y que en poco tiempo está ocupando los cítricos de nuestra región. La Psila Africana es además vectora de la bacteria Candidatus Liberbacter Africanus que puede llegar a provocar la muerte del árbol.
En las hojas produce unas agallas con aspecto de verrugas, deformando sobre todo los brotes jóvenes y produciendo amarilleamiento.
Prácticas para combatir la Psila Africana
Para combatir la Psila Africana estaremos atentos especialmente durante los periodos de brotación y trataremos una vez detectada la plaga. Primero podaremos las zonas afectadas e intentaremos quemar los restos de poda si es posible, para evitar así su propagación. Una vez que el árbol esté aparentemente limpio, haremos tres tratamientos fitosanitarios con intervalos de ocho ó diez días entre sí. Repetiremos esta acción tantas veces como sea necesario, siempre que el árbol muestre los síntomas descritos ya que puede producir hasta 8 generaciones al año. Es recomendable también el uso de trampas adhesivas de color amarillo para capturar los adultos.
Debemos ser responsables en su control para poder frenar entre todos la Psila Africana y conseguir así conservar en nuestros jardines eso árboles tan preciados, los cítricos.
Control fitosanitario
Mezclar cualquiera de las siguientes materias activas: deltametrina o lambda cihalotrin, a la dosis indicada en su etiqueta, con aceite de parafina (15 ó 20 cc o ml x 1L de agua). En el caso de que los síntomas se repitan es conveniente cambiar de materia activa o alternarlas.
Pincha en el enlace para acceder al folleto de psila africana publicado por el Gobierno de Cantabria.