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Año de nieve, año de bienes… Hoy damos la bienvenida al año después del periodo navideño con un día gélido y paisajes increíbles como el de la foto de este post en Cantabria. Bajas temperaturas muy saludables para nuestros árboles frutales.

Sois muchos los que este mes empezaréis con las labores de poda y el  tratamiento de los frutales de hoja caduca, siempre que el tiempo lo permita.

La poda consiste en retirar la madera que no será productiva, acelerando y facilitando la fructificación. El momento de hacerla dependerá de las zonas según su climatología. En Cantabria por ejemplo, donde los inviernos son suaves, en general se aprovechan los meses de diciembre y enero. Sin embargo en zonas más frías se espera al final del invierno.

Cuando nos plateamos empezar a podar es importante revisar las herramientas (tijeras, serruchos, etc…) que vamos a utilizar, procurando que estén siempre limpias de resina y savia, afiladas, desinfectadas, engrasadas y en buen estado, por seguridad y para no propagar hongos y enfermedades. También por este motivo trataremos de podar siempre con tiempo seco, evitando hacerlo con lluvia, nieve o fuertes heladas. Hay quien recomienda sellar las heridas de poda con pasta cicatrizante como Mastikgard para evitar enfermedades en la madera, aunque hay distintas opiniones sobre el uso o no de estos cicatrizantes.

En cuanto a los tratamientos de invierno, los más comunes son el polisulfuro de cal (Curatio) y combinados a base de cobre (Cuproxat) y aceite de parafina (Fulmit),  mezcla que podremos aplicar un par de veces antes del hinchado de las yemas, todos aptos para agricultura ecológica. Curatio tiene un efecto curativo y preventivo contra distintos patógenos y es eficaz para limpiar los líquenes de la corteza. Para un mejor resultado podemos alternar los dos tratamientos. Primero haremos uno con curatio en esta época y más adelante y antes del hinchado de las yemas, trataremos con la mezcla de cuproxat más fulmit, siempre dejando transcurrir 30 días entre ambos tratamientos para evitar posibles reacciones. Para su aplicación nos protegeremos con los EPIS necesarios y utilizaremos pulverizadores que después aclararemos debidamente para evitar que queden residuos y se obturen las boquillas y otras componentes.

Para aquellos que tenéis menos de diez frutales, podéis utilizar el pack frutales que incluye oxicloruro de cobre, aceite de parafina y un insecticida a base piriproxifen, indicado para disolver en 7 ó 10 litros de agua.